La importancia de la hora del cuento
Contar un cuento no es un simple hecho de
narrar o contar una simple historia. Es mucho más complejo y requiere también
de un estudio y actitud hacia él. La hora de contar un cuento a un niño es algo
muy importante en la vida de los niños, para mí lo ha sido, y recuerdo con
mucha ilusión y cariño como también lo era para mi hermano. Contar un cuento
favorece al niño desde muchos aspectos: sicológicos, sensitivos, desarrollo de
la imaginación, la atención, la reflexión… Da igual que la narración o este
momento se haga a través de imágenes o no, porque servirá para utilizar y
desarrollar especialmente la imaginación. Éste es el verdadero objetivo del
cuento.
La aportación del adulto en el cuento
al cuento es muy variada y amplia. Podemos hacer que el niño desarrolle
sensibilidades como el saber oír, escuchar, atender o hacerles aumentar su
lenguaje, añadiendo nuevas palabras en su vocabulario. Por eso debemos de estar
atentos a las formas en las que nos dirigimos a los niños en el momento del
cuento.
Otros de los aspectos importantes de
este momento, como ya he comentado es que favorece el desarrollo de la
capacidad de atención del niño, saber comportarse, prestar atención, saber
captar la historia, el mensaje, pero eso si no podemos obligarles a que se
enteren de todos los detalles de la narración, ni que lo aprendan. La atención solo la tienen porque
les gusta y les entretiene el cuento. Además debe de estar adaptado a sus
características cognitivas, de conocimiento, por lo que las historias o las
narraciones deben estar ajustadas a sus edades.
En definitiva, el objetivo a la hora de contar el cuento no es de transmitir unos valores ni enseñar un
aspecto en específico, sino tienen como fin el disfrute del niño.
El cuento que he elegido en esta
actividad es el de “¡Menuda sorpresa!” de Debi Gliori.
Escogí este cuento porque es uno de
mis cuentos favoritos de cuando era pequeña. Siempre quería que me lo contaran,
porque me sentía muy identificada con el protagonista el pingüino Milo. Me
imaginaba o me ponía en su lugar, y de hecho me impactaba justo el momento de
salir del cascaron del huevo. Fue en la
época que me lo leían cuando mi hermano Javier acababa de nacer. Me sentía
preocupada po si mi relación con mis padres o mi ambiente familiar cambiaría
por el nacimiento de mi hermano, y me planteaba cosas como si ahora mis padres
me tratarían como a una niña mayor o si pasaría a ocupar un plano secundario en
la familia.
Actué mas o menos como en el cuento.
Con la llegada de Javier, me sentí muy identificada con el cuento y a la postre
me ayudó mucho, pues me hice más responsable y estaba todo el tiempo pendiente
de mi hermano, quería cuidarlo, atenderlo, ayudar a mis padres, ser útil, al
igual que en el cuento.
Este cuento sería muy adecuado de
contar a los niños que están en el 2º
Ciclo de Educación Infantil y el Primer
Ciclo de Primaria. Posee una gran cantidad de textos, muchos dibujos y poco
a poco se van incorporando personajes a la narración, por lo que no es muy
recomendable para niños de menor edad pues pueden llegar a perderse o no saber
exactamente de qué se está hablando o perderse en la narración lo que
complicaría mucho el que prestaran atención o les gustara. Por tanto para estas edades, contado como
narración del cuento, será difícil que el niño pierda el hilo ya que la
historia se desarrolla en un espacio muy identificativo, muy reconocible. Los
dibujos de los personajes son muy expresivos y nada estereotipados.
Otro de los motivos por lo que lo he
elegido, es porque se trabajan actitudes muy acordes y normales que
aparecen en los niños de estas edades,
como los celos, envidias, rabietas… Especialmente el de los celos que aparecen
en la mayoría de los niños que se encuentran en la situación de tener su primer
hermano y tienen miedo de pasar a un segundo plano en la familia, al olvido
hacia él y que sus padres se centren en el hermano pequeño recién llegado al
mundo.
Los celos son normales dentro del
curso evolutivo del niño y a edades tempranas tras el nacimiento de un hermanito,
a partir de 2 años y hasta los 4 o 5 aproximadamente. Justo coincide con la etapa
o el ciclo educativo en el que contaría el cuento elegido. El momento más sensible es cuando llega el
hermano en la fase de apego. Lo habitual es que los celos vayan desapareciendo
o reduciéndose a medida que el niño se hace mayor y se den cuenta que la
familia ha aumentado, que forma parte de ella y que cada uno tiene su lugar y
que no es excluyente con la llegada del hermano recién nacido. Comenzará a
entender, con la propia autonomía del niño, que quiere a sus padres no por ser
quienes le cuidan sino por mucho más, como es el amor familiar.
En cuanto a la estrategia, escogí el
de Narración con cuento especialmente
por dos motivos: 1) Porque al contar el
cuento, mientras que enseño a la vez las imágenes, el niño muestra un mayor
grado de atención y de concentración sobre lo narrado, al tiempo que irá
relacionando ideas y obteniendo conclusiones, al tiempo que podrá ir observando
las expresiones o acciones de los personajes. Las imágenes captan la atención,
reconocen a los personajes, los identifica al tiempo que sitúan la acción en
ambientes siendo más atractivo para la narración 2) Mientras que enseño las
imágenes, voy recreando la historia, me puedo fijar en los detalles de los
niños, en sus gestos, sus expresiones y movimientos. Capto si les está
interesando o les está gustando por la actitud que presentan.
También para la elección de la
estrategia, me baso directamente en el cuento, en sus características, su
mensaje. Estaba segura de querer contar esta historia por los motivos expresado anteriormente .Finalmente
escogí Narración con libro, porque al ver las características de este cuento,
se adaptaba perfectamente a esta estrategia. Es un cuento grande, con unas
ilustraciones llamativas y de un tamaño
suficiente como para que puedan verlas todos los niños dispuestos a mi
alrededor.
Para preparar esta actividad, lo
primero que hice fue analizar el cuento para ver las edades de los niños a
quienes podría ir destinado. A quién se lo podría contar. Después de elegirlo
empecé a leer el cuento para mí, de forma pausada, asimilando la historia,
argumento, personajes, ambientes… e ideando la estrategia de la narración. Posteriormente, lo volví a releer pero ya
simulando como si estuviera en una clase, enseñando el cuento, poniendo
distintos tipos de voz, gestos, teatralizando, donde haría pausas o donde
pondría mayor o menor énfasis en la narración. A continuación, al finalizar el
ensayo, cogí un cuaderno y fui apuntando preguntas, ideas, comentarios… que
podría realizar a los niños cuando
terminara de contar el cuento.
- ¿Os ha gustado? ¿qué os ha parecido
la historia?
-¿Si fueras Milo, también te hubieras
llevado el huevo?
- ¿Creéis que es bueno la llegada de
un nuevo hermanito o hermanita a casa?
- ¿Qué creéis que son los celos? ¿Son
buenos? ¿Son normales? ¿los habéis tenido alguna vez?
-¿Crees que Milo hizo bien en
sustituir a su mama en ser repartidor de correos?
Cuestiones relacionadas con el
cuento, preguntas y comentarios abstractos obtenidos directa o indirectamente
de la narración del cuento.
A su vez antes de comenzar mi narración, lo que haría es preguntarles si saben qué animal es el de la portada, de qué color es, las partes del cuerpo y donde viven los pingüinos.
Al llegar el día de la actividad, nos
reunimos en grupos de tres personas. Cada uno tenía que desempeñar una
estrategia. En mi grupo estábamos: Silvia, hacía de cuentacuentos, Laura Olmedilla
lectura y yo desempeñe la
narración del cuento.
Empecé yo contando el cuento. Intenté
imaginarme que estaba delante de niños entre 5 y 6 años. Al principio me note
nerviosa a pesar de que estuviera delante de mis compañeras de clase, pero
luego al irse desarrollando el cuento, fui notando confianza en mí misma, me
noté más relajada y con mayor seguridad en lo que estaba contando.
Al terminar mis compañeras me dieron feedback.
Me dijeron que más o menos les había encantado mi cuento y la forma de contarlo.
Las únicas pegas que me pusieron fue que
intentará ir más lenta, ya que parecía que tenía prisa en terminar de contar la
historia. En el momento de las onomatopeyas que las intentara decir más alto
y de forma exagerada, más teatralizada,
ya que a los niños les encanta cuando la maestra representa los diferentes
sonidos que puedan aparecer en el cuento.
Después realice la misma labor con
otro grupo. Me puse con Carolina y Patricia. Esta vez intenté contar la
historia más lenta, más despacio y más relajadamente. Entonces mis compañeros
al terminar me dijeron que les había encantado el cuento y me preguntaron que
de donde había sacado este precioso cuento. Después como aspectos negativos me
dijeron que no estaría nada mal que cuando este contando el cuento, ir haciendo
preguntas para ir captando la atención de los niños, centrar su atención en el
cuento para ir guiándolos en el desarrollo del argumento.
Y por último volví a realizar la misma experiencia, ahora con
Ana Gómez y Marta Pastor. Como quedaba poco tiempo tuve que leer muy
rápidamente el cuento por lo que no me gusto mucho como me quedó la forma de
contarlo. Ellas me dijeron que intentara
apoyarme más en las imágenes, es decir, que vaya señalando algunos dibujos y
que intentará ir más lento.
CONCLUSIÓN.
Para finalizar quería destacar que
fue una muy buena y bonita experiencia. He podido descubrir las diferentes
estrategias, ya que antes de haber visto el tema 3 pensaba que todo era lo mismo,
es decir lo globalizaba diciendo: Cuentacuentos. Es muy fácil contar un cuento.
Pero no todo vale y requiere su estudio, su práctica su técnica y que el cuento
tiene un gran valor, para los niños como los ha tenido para mí. He podido
aprender, estudiar y analizar que hay tres tipos de narraciones o formas de
contar un cuento y que cada uno de ellos tiene características diferentes.
Gracias a esta actividad, me servirá para mi futuro como docente, aunque me gustaría
realizar más clases como ésta para practicar la forma de contar cuentos,
practicar las técnicas, las más útiles y beneficiosas para el niño no pierda en
ningún momento el hilo de la narración, aprenda, entienda porque en definitiva
como he dicho al principio, contar un cuento no es únicamente contar o narrar
una historia, sino mucho más y que a pesar de que el término cuento es
utilizado de forma despectiva, los cuentos son muy útiles en el desarrollo y en
la vida de los niños. Por eso contarlos, ser capaces de hacerlo bien para mí es
una forma muy bonita de enseñar y estar en contacto directo con los niños.
Gliori,D.,(2002), ¡Menuda sorpresa!
Hola Paula
ResponderEliminarTu trabajo me ha parecido adecuado, ya que haces una buena introducción, no solo de la hora del cuento si no que también haces un pequeño análisis del cuento que has seleccionado. Se nota que te gusta mucho este cuento ya que transmites tus experiencias que tuviste en la infancia con tu familia.
El trabajo esta muy bien lo único que te diría para ayudarte a mejorar tu actividad seria que puedes diferenciar los diferentes apartados y no solo el de la conclusión.
Un abrazo:)
Vale.
EliminarHola Paula, me ha gustado mucho leerte, ya que se nota que este libro te gusta mucho y a ti tambien te ha servido ya que te has sentido identificada con el.
ResponderEliminarMe parece correcta la introduccion de tu entrada, sin embargo he echado de menos una breve explicacion de la estrategia que has elegido para que todos entendamos de que se trata. Segun dices, este libro tiene mucho texto, por lo que creo que hubiera sido mejor haberlo leido, ya que asi no se pierde la calidad literaria. Se pueden utilizar muchas tecnicas para poder enseñar las imagenes del libro a la vez que se lee, por lo que eso no tiene que ser problema. Sin embargo, no conozco el libro, por lo que no se si estare en lo cierto. Tanto la edad que has escogido, como las preguntas que realizas al final me parecen correctas, y comparto la opinion de mis compañeras en realizar preguntas a lo largo del cuento si utilizas la estrategia de narracion ya que haces a los niños participes de la lectura y mantienes su atencion durante todo el cuento.
Estoy de acuerdo con el consejo de Laura de diferencias los diferentes apartados para facilitar la comprension de tu entrada.
Espero poder ayudarte, un saludo.
Bueno, Ana... la elección de narración con libro/lectura, no depende de la cantidad de texto... o sí. De hecho, si hay una gran cantidad de texto, puede querer decir que una lectura podría llegar a ser cansada para los niños de EI y es mejor usar la narración con libro. Lo importante no es la cantidad sino la calidad. Y no es que este libro esté mal escrito, pero tampoco es una joya literaria... Sin embargo, las ilustraciones de las mamás con sus bebés son una auténtica pasada. Por eso yo también hubiese escogido la estrategia de la narración con libro.
EliminarPerfecto, Paula.
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