En esta entrada
de mi blog hablaré sobre los cuentos folclóricos y la gran importancia que
tienen hoy en día en las aulas de
Educación Infantil, ya que son unos relatos breves y ficticios ideales para ser
contados a los niños de estas edades correspondidas entre los 3 y los 6 años.
La Literatura folclórica se suele
relacionar directamente con la Literatura Infantil, algo que se podría caer en
error de compararlas y asimilar una a otra. Globalmente podríamos centrar la
literatura folclórica dentro del ámbito familiar, por lo que ya estarían
incluidas todas las edades quienes participan en ellas. Los protagonistas son
los adultos, los niños, la familia que generación tras generación se reunían en
torno al calor de la lumbre al caer la noche para contar historias, relatos,
recitar…, con el objetivo de entretener a la familia. Bajo esta óptica podemos
comprender que no son textos infantiles, los protagonistas no son los niños,
son los adultos y la transmisión oral de esos relatos. Se relatan y transmiten
relatos, sueños, miedos, magia, fantasía… Son relatos o textos que literarios
que pueden pertenecer a cualquier género literario. Surgen de la palabra, del
boca a boca, con una base narrativa que pueda ser cambiada y adaptada a los
nuevos tiempos y situaciones. Por lo tanto son cambiantes, creando nuevas
adaptaciones. Al estar escritos pueden
ser conocidos muchas más personas, pero al ser creados para el relato pueden
tener variaciones según los contextos y las épocas en las que se relatan.
Algunas recopilaciones como las de los Hermanos Grimm en el siglo XIX, han sido
adaptadas y modificadas con el paso del tiempo.
En cambio pienso
que no solo los cuentos folclóricos están dirigidos a los niños si no también
al público adulto, debido a que algunos tienen función religiosa o mágica,
otros iban dirigidos para los jóvenes con la finalidad de ponerles en contacto
con sus tradiciones y normas del grupo… Son por tanto relatos populares, a los
que se les ha ido añadiendo o quitando cosas. No tienen un copyright, sino que
pertenecen a la comunidad, son bienes culturales y gratuitos poseyendo un
alcance nacional o internacional (Blancanieves, Hansel y Grettel…)
Parece admitido
que el primer recopilador de cuentos folclóricos (folclorista) sería el ruso
Vladimir Propp. Me gustaría destacar la gran labor a nivel a este nivel que
efectúa el profesor conquense Pedro Cerrillo. Su recopilación, análisis y
estudios sobre cuentos folclóricos merecen la pena ser conocidos.
Gracias a los
cuentos folclóricos favorece que en aula conozcan tradiciones, costumbres, creencias de otros
tiempos y desempeñan una función estimuladora de facultades intelectuales,
artístico-literarias y lingüísticas.
A continuación
voy contar tres cuentos folclóricos sacados de la página web de los Hermanos
Grimm. Son basados en los originales, los he alterado con las modificaciones
que he considerado oportunas para ser relatadas o contadas a los niños y niñas
con edades comprendidas entre los tres y los seis años.
Rapunzel.
Erase una vez, un hombre llamado Javier
y su esposa María. Vivían en una casa muy humilde con su bebe. Desde la casa,
cada día cuando se asomaban por la pequeña ventana veían un enorme jardín,
rodeado por un enorme muro, infranqueable, para que nadie pudiera pasar a él.
El jardín pertenecía a una bruja y pensaban que estaba hechizado todo el
espacio ajardinado.
Un día María se asomó a la venta y
vio un gran árbol, con grandes hojas, con verdezuelas grandes y jugosas. Las
verdezuelas eran como una especie de hojas verdes muy atractivas que llamaban
la atención. Entonces María se quedó embelesada, muy obsesionada con esa planta.
La quería tener por todos los medios. Habló con su marido Javier para que se la
consiguiera, porque si no, ella moriría. Como Javier la amaba muchísimo, y no
quería que sucediera eso, pues fue en busca de la planta. Escaló el muro y
salto al jardín de la bruja.
Una vez dentro, cuál fue su sorpresa que le
estaba esperando la bruja piruja. Al verle la bruja gritó: “¡Como te has
atrevido a entrar!. Mi jardín es solo
mío, es sagrado, prohibido para el resto de las personas! ¿Acaso quieres
robarme?”
Javier tembloroso dijo:” Lo siento
señora, he venido hasta aquí si no consigo una de esas verdezuelas mi mujer
puede morir”.
Entonces la bruja piruja al ver a
Javier, se le ablandó el corazón y le
dijo: “Vale, te las daré, con una
condición: Me entregaréis a vuestro bebe vivo sola y necesito compañía”.
Javier, horrorizado y entristecido
aceptó la propuesta de la bruja pues amaba locamente a su mujer. Y así fue,
Javier, le entregó al bebe. Una preciosa niña con un pelo larguísimo, rubio amarillo del color del sol llamada
Rapunzel. La bruja la llamó Verdezuela, como el nombre de la planta de su
jardín.
La bruja decidió encerrarla en lo
alto de una gran torre para que nadie la pudiera ver, ni tocar. Siempre que la
bruja quería entrar, gritaba: “Verdezuela,
suelta tu hermoso pelo“… y como era tan largo, llegaba desde la ventana
hasta el mismísimo suelo. Así, la bruja piruja, trepaba por la larga trenza
hasta donde estaba la hermosa chica.
Un día, el príncipe Jorge, paseaba
por los hermosos bosques del reino y empezó a oír unos canticos de una mujer.
Los sonidos procedían de la torre del jardín de la bruja. Se acercó escondido y
vio como la bruja volvía a decir: “Verdezuela
saca tu hermoso pelo por la ventana” y… la trenza bajaba hasta el suelo.
Transcurrido un tiempo y sin temor a
la presencia de la bruja, el príncipe gritó lo que la bruja había gritado
anteriormente: “Verdezuela saca tu
hermoso pelo por la ventana. Cuando lo sacó, el príncipe trepó a la torre y entró donde se encontraba presa
la chica.. Verdezuela se asustó, pero al oír hablar al hermoso príncipe se tranquilizo.
Poco a poco el príncipe Jorge y Verdezuela se enamoraron locamente. Había sido
un flechazo. Pensaron en vivir juntos, y
el príncipe le propuso ir a vivir con él a su a su gran palacio.
Mientras llegaba el momento, se veían
todas las noches, pues por el día iba la bruja a ver a Verdezuela. Un día,
cuando estaban hablando la bruja y Verdezuela se le escapó el nombre del príncipe Jorge, con
quien se veía.
La bruja piruja enfurecida y llena de
mal genio, como castigo le cortó la larga melena a Verdezuela y la escondió en
el frondoso bosque. Al llegar la noche,
como cada noche, el príncipe grito: “Verdezuela,
saca tu hermoso pelo por la ventana”. Entonces la bruja saco el cabello de
la niña, el príncipe escalo y cuál fue la sorpresa del príncipe que Verdezuela
no estaba y en su lugar estaba la bruja. La bruja piruja le gritó: “¡No volverás a ver jamás a Verdezuela”!.
Por el susto, el príncipe asustado se
lanzó desde por una de las ventanas de la torre. En la caída, se dañó los ojos
y con fuertes heridas en las piernas. Intentó alejarse del jardín de la bruja,
se introdujo en el bosque y oyó una hermosa voz que le recordaba a alguien.
Cuando se acercó, descubrió que era Verdezuela. Se abrazaron, se pusieron muy
contentos y se fueron a vivir felices al palacio. Y… colorín colorado, este
cuento se ha acabado.
Análisis.
Este cuento lo
escogí debido a que para mí la versión de Rapunzel de Disney es una de mis
favoritas. Quería conocer e investigar sobre la versión original de los
hermanos Grimm.
Me ha parecido
muy curioso este cuento porque no me esperaba para nada, que el príncipe
llegará a tirarse por la torre y quedarse
ciego. Y me parece muy duro ese final para los niños de estas edades. He
considerado oportuno realizar adaptaciones para niños de un aula de Educación
Infantil entre los 3 – 6 años. Me ha parecido un final duro, aunque feliz. Que
el príncipe se quede ciego es duro por mucho que se encuentre con Verdezuela y
se vayan juntos a palacio. No he nombrado en ningún momento que el príncipe se quedara ciego, lo he
expresado de tal manera que los niños no tengan ningún tipo de dificultad a la
hora de comprender el cuento ni les generar ningún trauma o pesar por el
accidente. He puesto más o menos el final realizado por los Hermanos Grimm pero
modificado un poco y comprensible para ellos.
Podemos analizar
algunos aspectos que no pudieran ser entendidos por los niños. Por ejemplo
cuando hablamos sobre Verdezuela. He
intentado en el relato explicar el significado de verdezuela, como una hoja
atrayente y hermosa que surge del árbol y su relación con el nombre que la
niña, una joven atractiva con dicho nombre por comparación con la planta más
atractiva del jardín de la bruja.
También, como
sabemos en los grandes clásicos de los hermanos Grimm aparece mucho el personaje del hada. Pero
esta vez en la historia de Rapunzel el hada es representado por la bruja que
tenia encerrada a la protagonista. Similitudes y adaptaciones que han variado
en el tiempo por la tradición oral y que me parece muy acertada y significativa
pues la bruja es más identificada con el mal por los niños. El hada parece ser
más en relación a la bondad a la magia.
El cuento de
Rapunzel es idóneo para contar en un aula,
después de realizar las asambleas que suelen realizarse en las escuelas
infantiles. Por la experiencia que he tenido en las practicas en la escuela
infantil que estuve, después de realizar la asamblea, los niños siempre pedían
cuentos y vi que el tema predominante era de aventuras, en los cuales siempre
terminaban ganando los buenos, el triunfo del bien sobre el mal.
El cuento lo
narraría después de la asamblea. Al terminar, para ver si los niños lo han
comprendido o no, les haría una serie de preguntas como las que expondré posteriormente.
Si vemos que el niño no ha llegado a comprender una parte del cuento, pues lo
explicaremos brevemente con las palabras adecuadas. Buscaremos incluso la ayuda
de compañeros para que den su versión, lo que han entendido e intenten hacer
ver a sus compañeros. Entre todos sacaremos la idea principal que nos aporta la
narración, y algún aspecto importante que nos pueda aportar para nuestra vida.
Concretamente
este cuento, como el que reseñare más tarde, nos quiere hacer ver que a pesar de la avaricia, de los caprichos en
conseguir algo material, de las supersticiones (María en el relato cree que si
no consigue la verdezuela morirá), egoísmos, la ignorancia, hay cosas más
importantes en la vida que no se compra con dinero, que es la familia; el amor
familiar, la unión el afecto, el cariño por en cima de valores materiales o
creencias falsas. Entonces en este cuento aparece como el padre entrega a la
hija por el amor a su mujer para conseguir las verdezuelas que se le habían
antojado a la madre. Rompe la unión familiar por ignorancia, o superstición del
padre, egoísmo y caprichos de la madre. El final aun siendo duro, es un final
con el triunfo del amor, que es lo que intentare hacer que vean y extraigan por
ellos mismos esa conclusión
Las cuestiones
que podríamos plantear a los niños a la finalización del relato serían:
-¿Creéis que
hicieron bien los padres en darle a Rapunzel a la bruja?
- ¿Creéis que
algún padre podría haber hecho los que hizo el padre de Rapunzel?
-¿Como pensáis
que se siente Rapunzel viviendo en la torre?
- ¿Cómo actúa el
príncipe? ¿Es valiente? ¿Podría haber actuado con más valor sin necesidad de
arrojarse por la ventana?
-¿Os gustó el
final? ¿Sobre todo el qué?
- ¿Triunfo del
bien sobre el mal?
- ¿Qué pensáis
que es lo más importante que podemos sacar de este cuento?
Y cuantas otras
cuestiones que se puedan ir dando en el debate final. Por lo que este tipo de
cuento puede ser muy recomendable para contar y del que los niños pueden
obtener un gran número de conclusiones o enseñanzas.
* * * * *
El lobo y las siete cabritillas.
Había una vez en un bosque muy muy
lejano, donde vivían en una casita de
madera la cabra Paca con sus siete cabritillas.
Un día, la cabra Paca les dijo a sus
hijitas de que iba a comprar comida y que si llamaban a la puerta no abrieran
hasta que no estuvieran seguras que era su mama, ya que podía ser el lobo feroz,
que vivía por el bosque y que estaba hambriento. Las siete cabritillas le
prometieron a su mamá, que no abrirían la puerta a nadie por nada en el mundo.
La mamá cabra se fue tranquila en busca de comida y confiada en que sus cabritillas le harían caso.
Al pasar un tiempo llamaron a la puerta
de la casa y se oyó una voz que decía:
“Abrid,
soy vuestra madre, ya he vuelto de la compra y os traigo una sorpresita para
cada una de vosotras”
Las cabritillas estaban extrañadas pues
su mamá hacía poco que se había marchado en busca de comida y la voz que les
hablaba era mucho más grave que la de su mamá. Entonces las cabritillas dijeron
al unísono: “No te abriremos, no eres
nuestra mamá. Nuestra mamá tiene la voz mucho más suave y dulce. Tú no eres
nuestra mamá”.
Entonces el lobo astuto, se fue a comprar
yeso, para suavizar la voz y volvió a la casita de los cabritillos y llamo a la
puerta de nuevo y dijo lo mismo: “ Abrid
hijas míos que soy vuestra madre”…ahora con voz más suave y dulce por el
yeso comido, pero el despistado lobo, apoyo una de sus patitas negras en la
ventana, por lo que las cabritillas dijeron: “No abrimos la puerta, tú no eres nuestra madre, tienes las patas
negras y nuestra madre es blanca “.
Entonces el lobo se las ingenió y
compró harina al molinero. Se lo puso en las patas blancas y volvió a la casa y dijo: “Abridme hijitas, que os he traído cositas
muy ricas del bosque “.
Las cabritillas contestaron: “Si eres nuestra mamá asoma la patita por
debajo de la puerta”. Y eso hizo el lobo con las patas embadurnadas de
harina, por lo que las cabritillas creyendo que era su madre le abrieron la
puerta. Y… cuál fue la sorpresa que, al abrirle se dieron cuenta que no era su
madre si no el terrible lobo. Todas las
cabritillas salieron corriendo, y escondiéndose en diferentes sitios. Al final
el lobo terminó comiéndose a todas, una por una. Solo se salvó una, la más
pequeña de las cabritillas llamada Tina, que se había escondido en la caja del
reloj. Cuando se fue el lobo, Tina salió de la caja del reloj y corrió en busca de su
madre.
Al pasar un tiempo la madre llegó a
la casa y se encontró con esta desgracia: ¡El lobo había entrado en casa y se
había comido a sus cabritillas!. En esos momentos, apareció Tina, le contó lo que hizo el lobo y cómo los
engañó. La mamá Paca y su hija Tina se fueron en busca del lobo. Lo encontraron
dormido en el bosque apoyado en un árbol. Se dieron cuenta que dentro de la
tripa se movía algo, ¡Eran las siete cabritillas!. Entonces decidieron abrirle
la tripa y sacaron a las cabritillas. Después le metieron en la barriga un montón de piedras. Al
despertar el lobo, como tenía mucha sed y le pesaba mucho la tripa, fue a beber
agua a un pozo y como pesaba tanto…¡zas! Se cayó por el peso dentro del pozo y
se ahogó.
La cabra Paca y sus siete cabritillas
se fueron a casa felices y contentas.
ANALISIS
Este cuento
pienso que es dirigido para los niños entre los
tres y cinco años, pues a estas edades están muy obsesionados con el
personaje del lobo. Es por ello por lo que he elegido este cuento, pues la
figura del lobo, su actitud, y la propia obsesión de los niños a estas edades
por el lobo, nos puede ayudar a enseñarles actitudes o comportamientos que no
debemos tener, como por ejemplo le puede enseñar cómo comportarse ante
desconocidos, pues las consecuencias pueden ser trágicas. No se trata de
hacerles ver que cualquier desconocido es malo, si no que hay que hacer caso a
las recomendaciones de nuestros padres, obedecer y no ser confiados con
personas extrañas y menos abrir la puerta de casa en el supuesto que estén
solos (que no será el caso pues son muy pequeños y difícilmente se les dejará
solos) a desconocidos.
Para el relato
del cuento se dispondrá los alumnos de la clase en asamblea, alrededor del
profesor o profesora, de forma similar a la que pude comprobar en las semanas
que estuve de prácticas en la escuela infantil donde estuve. Por tanto alteraré
la disposición de los alumnos, para que se sientan más integrados, me vean y me
escuchen correctamente todos.
Como sabemos
muchos de los niños de estas edades les encanta el personaje del lobo y juegan
muchísimo a que ellos son el lobo, ¿Cuál es el motivo? Hace días leí un artículo
de una psicóloga llamada Marina Colasanti y comentaba que los niños prefieren el lobo
porque su lobo interior, su yo salvaje,
que da miedo a la gente, está siendo sistemáticamente rechazado. Son símbolos,
representaciones simbólicas de las emociones humanas que salen de los libros y
se meten en el inconsciente de los niños.
En
cuanto a la forma de narrar este cuento, lo haría muy lentamente, gesticulando,
poniendo énfasis en las intervenciones de la mamá cabra y del lobo, para
recalcarles la importancia, para llamar su atención. Explicando las cosas para
que ellos visualicen cada una de las escenas, aclarando las cosas que vea que
no son entendibles. Haría una especie de representación, es decir, poniendo
voces, hacer gestos, onomatopeyas… para así meterles más en el cuento narrado.
Para
finalizar la sesión, realizaría una serie de preguntas generales, para que
ellos intervengan de forma voluntaria sobre las enseñanzas o aprendizajes que
podemos obtener. Después podríamos realizar el “juego del lobo” por si alguno
de los niños tiene algo de inquietud con el lobo, para que dejen de perder el
miedo.
Las
preguntas serían:
- ¿Han
sido obedientes las cabritillas a su mamá?
-
¿Debemos obedecer siempre a los padres?
-¿Vosotros
si llaman a la puerta cuando no está ni papa ni mama, la abriríais?
- ¿Al
ver la patita blanca vosotros le hubierais abierto? ¿O cuándo abriríais la puerta?
Y
todas aquellas peguntas que vayan surgiendo dependiendo de las inquietudes,
iniciativas que vea en el grupo, ya que todos no tienen las mismas inquietudes
ni participación, serían preguntas globales para “romper el fuego” y posteriormente
tras una líneas diseñada de comentarios adaptar dependiendo de las inquietudes,
preguntas o interrogantes que vayan surgiendo.
* * * * *
PULGARCITO.
Erase una vez
unos campesinos muy humildes llamados Álvaro y Lucia que vivían a las afueras
de un pequeño pueblo. Se querían mucho, y los dos querían tener un niño que
alegrara sus duros días de trabajo en el campo. Y…así fue, cierto día, Lucia
dio a luz a un niño muy bonito, pero tan pequeño que a veces no se podría ni ver, por lo que le llamaron Pulgarcito. A
pesar de su estatura la familia era feliz.
Cierto día, el
padre lo llevó por leña al monte y Pulgarcito se puso muy contento. Su padre le ofreció
llevar el carro, pero como era tan pequeño, Pulgarcito guiaba el carro a través de las orejas del caballo que
tiraba. Álvaro pese a las dificultades,
se sentía orgulloso de su hijo, de los esfuerzos que realizaba por aprender y
seguir las indicaciones de su padre.
Un día, aparecieron
unos hombres extraños que se fijaron en
Pulgarcito y le siguieron hasta donde se encontraba su padre Álvaro. Su
padre al verlos, de forma inquietante y nerviosa les preguntó: ¿Quiénes sois vosotros?. Ellos contestaron que eran dos leñadores
llamados Andrés y Luis.
Como sabían que los padres de Pulgarcito eran muy pobres y que a duras
penas tenía con que dar de comer a su hijo. Les pidieron a sus padres que le
vendieran al pequeño, pues podrían hacer fortuna de él enseñando las
habilidades de Pulgarcito de pueblo en pueblo, pues jamás se había visto niño
tan pequeño, a la vez que valiente y dispuesto. Los padres viendo que sería lo
mejor para Pulgarcito, que así al menos podría
comer cada día, aceptaron la propuesta y lo vendieron por una bolsa
pequeña de monedas.
Pulgarcito triste comprendió la
situación, y se despidió de sus padres ente lágrimas y lamentos. Fue colocado
en el gorro de Andrés. Triste preparaba un plan para escaparse. Cuando el
camino pasaba entre un bosque, Pulgarcito les pidió que por favor que le bajara
un rato al suelo, necesitaba andar. Así lo hicieron y de pronto, Pulgarcito salió
corriendo aprovechándose de las malezas y dificultades del bosque. Los
leñadores no pudieron alcanzarlo y el pequeño se escondió debajo del caparazón
de un caracol hasta que estaba seguro de que no estaban cerca sus “amos”.
Pulgarcito tras
mucho tiempo andando entre el monte, se encontró con dos ladrones cuyos nombres
eran Oscar y Samuel. Ambos estaban tramando como robar al cura del pueblo al
que se acercaban, pues según pensaban era seguro que era el único que tendría
comida y objetos de valor en la iglesia. Pulgarcito al oírlos se ofreció y les
dijo: “Yo os puedo ayudar”. En un
principio, ellos se asustaron porque no veían a nadie, hasta que se dieron
cuenta de Pulgarcito. Él podría meterse por cualquier rendija e introducirse en
la iglesia o en cualquier casa. Lo aceptaron y lo llevaron con ellos.
Una vez en el
pueblo, se acercaron a la casa de Chema, el cura del pueblo. Al ver a los ladrones, Chema comenzó a
levantar la voz pidiendo ayuda. Los ladrones no pudieron hacerle callar hasta
que se presentó en el lugar de los gritos la cocinera. Los ladrones salieron
corriendo dejando a Pulgarcito dentro de la casa. Se dirigió a los establos
buscando huevos y comida y cuál fue su sorpresa que se encontró una vaca
hambrienta que en un abrir y cerrar de ojos, se lo zampó a Pulgarcito.
Al día siguiente
cuando el cura Chema bajo a ordeñar la vaca, se asustó al oír una voz de un
niño en el interior de la vaca. El cura pensó que la vaca estaba endemoniada y
la mató. Posteriormente un lobo devoró de la vaca muerta incluido el estómago
donde se encontraba Pulgarcito.
Al pequeño se le
ocurrió la idea de hablarle al lobo, diciéndole que sabía donde había unas
casas donde había mucha comida. Una de esas casas era la de sus padres. Así el
lobo, le hizo caso y al llegar a la casa Pulgarcito comenzó a gritar para que
le oyeran sus padres. El lobo le mandaba callar, pero él no le hacía caso,
gritaba y gritaba. Entonces aparecieron sus padres con un hacha y una hoz, pero
al oír la voz de su hijo del interior del lobo decidieron coger unas tijeras y
abrirle la tripa al lobo para sacar a Pulgarcito. Una vez estuvo Pulgarcito con
sus padres, se prometieron que no se separarían nunca ni le venderían ni por un
millón de euros.
ANALISIS
Este cuento
puede ser contado para niños de cinco años, muy apropiado para ellos y que sea
muy comprensible. Al contarlo, propondría hacerlo como una representación de
teatro, en la cual tendríamos que actuar, vocalizar gesticular utilizando
interjecciones muy pronunciadas como aparecen en la narración tales como ¡Arre!
para hacer que el caballo eche a andar… Así conseguiremos llamar la atención de
los niños y favorecer su comprensión, y situar a cada uno de los personajes que
aparecen o montado en un caballo, en el interior del cuerpo de la vaca, o del
lobo…La interpretación acompañada de gestos mímicos favorecerá para ellos.
Como hemos visto
anteriormente, los hermanos Grimm les gustan mucho el tema de las hadas, de la
magia para mezclar la realidad del momento, con la magia que pueda desprenderse
de los cuentos fácilmente captada por la imaginación de los niños a estas
edades. Así el cuento se hace más ameno y el niño se introduce más en la
historia.
La historia de los hermanos Hansel y Gretel
tiene como finalidad, por un lado, expresar mediante palabras y acciones lo que
ocurre en la mente del niño y, por el otro, aportarle la confianza necesaria
para creer que podrá vencer. Como podemos ver en la historia de Pulgarcito en
la cual el protagonista a pesar de que le hayan vendido o comprado, le haya
comido una vaca y un lobo, él siempre tenía la esperanza de volver a su hogar,
se las ingeniaba de tal manera para regresar a su casa. Es la lucha ante los
problemas sin desanimar.
El niño con
este relato se identifica con Pulgarcito, porque éste sabe cómo solucionar los
problemas, tiene ingenio, es aventurero. Por otra parte, el cuento plantea uno
de los miedos típicos de la infancia. El miedo a la oscuridad y la angustia que
ésta le produce, se pone en el lugar de pulgarcito en el interior de la vaca,
del lobo.
Con este cuento, el niño a estas edades se
fija en aquellos detalles que le llaman la atención, no globaliza, de ahí la
importancia de la expresividad o la teatralidad en el relato. Es mejor la
teatralización o repetir las narraciones las veces que haga falta, remarcando
los detalles imprescindibles y ayudando a que la interioricen.
La disposición de los alumnos ante el relato
lo haríamos, si el espacio lo permite, sentados en el suelo en semicírculo en
torno al profesor, para así conectar con todos ellos, sin que ninguno de ellos
se pueda sentir desplazado o con mala visión o audición. Al finalizar la
narración del cuento siempre debe de haber un “Cuento fórum” para ver si los
niños han prestado atención o no, realizando una serie de preguntas:
·
¿Lo que hizo el padre de Pulgarcito estuvo bien?
·
¿Cuál es la situación de la familia de
Pulgarcito? ¿Cómo pensáis que se encuentran los padres de Pulgarcito tras
venderlo?
·
¿Cómo pensáis que es Pulgarcito…buen
hijo…valiente…?
·
¿Si vosotros hubierais sido Pulgarcito, como
habríais actuado?
·
¿Qué pensáis de los leñadores? ¿Son buenas
personas o actúan egoístamente? ¿y los ladrones?
Se propondrán todas aquellas cuestiones
que vayan surgiendo dependiendo también de la implicación, de la participación,
de la motivación, del interés por el relato, de cuestiones que ellos mismos
vayan proponiendo y que hagan la actividad activa y participativa.
* * * * *
REFERENCIAS.